Mascotas también sufren de ansiedad
Pasar mucho tiempo sola, la visita de personas extrañas, el sonido de algunos electrodomésticos, los truenos o sirenas y hasta las remodelaciones en la casa pueden poner muy nerviosa a su mascota y mantenerla en un estado de ansiedad.
“Detectar el origen de la ansiedad es el primer paso para la cura del animal, puesto que en la mayoría de los casos no obedece a un único factor, sino a la suma de varios”, sostiene Édgar Gutiérrez, director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de La Salle (ver recuadro).
La ansiedad por separación es la más común y se da cuanto el animal pasa mucho tiempo solo. En estos casos, es frecuente que el perro o gato asuman un comportamiento destructivo. “Por la misma separación, no saben qué hacer y se ponen a hacer daños, como morder los muebles, rasguñar las puertas, destrozar algo. También pueden tener un lamido desesperado, incluso hasta romperse la piel”, comenta la médica veterinaria Nancy Margarita Alarcón, especialista en homeopatía y acupuntura.
A otras mascotas lo que las pone nerviosas son los ruidos, que pueden ir desde los truenos, los tiros, las explosiones y las alarmas hasta el sonido que emite la aspiradora, la licuadora o el secador de pelo.
En este tipo de situaciones, el comportamiento suele ser salir corriendo y/o esconderse en un sitio donde se sientan más seguras. El peligro, a veces, es que en la huida corran sin control, salten por una ventana o quieran atravesarla.
También está la ansiedad social, asustarse con las personas, debido a que la mascota no estuvo en contacto con mucha gente en una edad temprana. Cuando se enfrenta a muchas personas juntas, puede sentirse atrapada y arrinconada, y reaccionar de forma agresiva o retraerse.
Ante estas situaciones, los gatos responden más tratando de esconderse, o se vuelven agresivos o dejan de comer.
Adelantarse
Gran parte de estas situaciones se pueden controlar. “Si se va a hacer una remodelación, se pueden hacer ejercicios de martilleo para que el perro se familiarice con ese ruido, por ejemplo”, aconseja Gutiérrez.
En caso de ansiedad por separación, la doctora Alarcón recomienda cambiar las rutinas. “Si su perro o gato se ponen nerviosos cuando coge el bolso porque saben que se va, puede hacer el ejercicio varias veces de tomar la cartera e irse a cepillar los dientes. El cambio de información les baja la ansiedad, y van a aprendiendo”.
En casos extremos, los veterinarios aconsejan los masajes, la homeopatía y la acupuntura.
Algunos síntomas para tener en cuenta
- Ladridos continuos.
- Comportamiento destructivo.
- Rasguños en puertas y muebles.
- Tendencia a la huida.
- Babeo.
- Temblores.
- Tendencia a ocultarse.
- Orina y defecación en sitios inusuales.
- Actitudes de agresión.
- Se pueden causar lesiones en la piel por un lamido continuo (automutilaciones).
- Hiperactividad.
- Baja de apetito.